30 marzo 2010

ancianita

Estoy un poco enojada conmigo misma. 
Estoy hecha una vieja decrépita. Me converti en una de esas viejas que odio y mucho antes de tiempo. Unos 50 años antes!!
Resulta que quise empezar a hacer deporte. Basta de la vida sedentaria ¿Que paso con la que era antes? ¿Donde esta esa jovencita de 24 años que hacía deporte? Se ve que los años no vienen solos, porque ahora que estoy en los 25 me doy cuenta que no soy la misma.
En fin, empecé a hacer tenis. Muy contenta empecé las clases y traté de ignorar cosas como que a los 15 minutos estaba largando espuma por la boca, y caminaba arrastrando la raqueta. Ya voy a mejorar. Pero cuando empezaba a empezar a pensar en mejorar... chan! me desgarré. Iba aproximadamente 6 clases y ahora no puedo ni caminar hasta el baño. 
Lo mas triste fue hoy al medio dia cuando me di cuenta que no tenía nada que comer. Tenía que ir al almacen y estaba sola.
Agarre la chismosa (síntoma de vejez nº 1), bajé las escaleras en unos 15 minutos (síntoma nº 2) y caminé lentamente balanceandome hacia los lados hasta el almacén (síntoma nº 3). Llegue, agarré dos tomates y una lechuga y cuando me disponia a entrar se me cayó un tomate al piso (sintoma nº 4). Lo mire desde arriba y pense en dejarlo e ir por otro ya que me era imposible agacharme (síntoma nº 5) pero por suerte un amable anciano me lo alcanzó. También me olvide de cosas que había ido a buscar, pero eso no lo marco como síntoma porque eso me pasó desde siempre. 

Una vez en casa me tomé el medicamento para el dolor... al rato comencé a sentir sueño. Mas y mas sueño. Miro sobre la mesa la cajita del remedio y me doy cuenta que sin querer, en vez de tomar el que me correspondía, tomé otro que uso para cuando no puedo dormir. Pfff!! Que idiota! Y aca estoy... relatando mi patético día, semi drogada y con mucho trabajo que hacer!




ouch!

No hay comentarios.: