17 noviembre 2009

Los vecinos

Mi sueño era mudarme y ser amiga de toooodos los vecinos. En la casa de mis padres no tenia muchos, por lo que me crie con deficit vecinal. 
Pero no importa, soñaba con el dia que tuviera mi propia casa, iba a ir por la calle saludando a los vecinos por su nombre y preguntandoles por sus cosas. Incluso me imagine mateando alguna tarde con la reposera plegable en la vereda.

Cuando recién me mudé estuve dudando si no llevarles una canastita de bienvenida (bienvenida no se a que... a mi vida supongo). Ya me imaginaba re amiga de todos.... pero la realidad fue como un golpe en la cara.

La vecina de abajo de casa es joven, hermosa (mucho mas que yo), y totalmente fashion. Pero eso no es un problema en si, pero el hecho de que salude a mi novio de lo mas simpática y a mi me de vuelta la cara al mejor estilo "soy una verdadera perra", si lo es. 
Imaginate lo tranquila y feliz que duermo sabiendo que la vecina de abajo que esta re buena, esta de levante. 

Además, a estos vecinos, parece encantarles la mugre. Yo que se, hay gente para todo, hay personas que escuhan a Arjona, por que no va a existir gente a la que le gusta la mugre. 
A los tipos le gusta que haya papeles tirados, cartones, volantes... incluso parecieron disfrutar mucho la montaña de escombros que dejaron en la puerta por mas de dos meses.

Ayer vino mi madre (muy buena ella) a ayudarme a controlar la jungla en la que se había convertido el cantero de los de al lado, que resulto que un buen dia se fueron y hace como 6 meses que no vuelven.
Estábamos contentísimas -un día hermoso!- cortando malezas cuando ZAZ! le damos con un pico a un caño del agua y el modesto frente de mi casa se convierte en en parque acuatico tipo Disney. Una cagada tremenda, pero ta, era relativamente probable, lo que no era probable era la reacción de los vecinos. Uno a uno fueron saliendo de su casa y colocaron las reposeras mirandonos. Se sento primero la nena, después el papá con el mate y mas tarde el hijo con el perro. La mama no fue porque no estaba. No se dignaron a decir donde estaba la llave de paso, o preguntar si estabamos bien o necesitabamos algo... nada! Simplemente disfrutaron de un buen momento viendo como se nos jodía la tarde.

Que mierda tener vecinos.
Quiero vivir en el campo. O el desierto o algo asi.



3 comentarios:

chicle dijo...

uy uy uy, me cae realmente mal tu vecinita.

Igual yo que estoy viviendo la experiencia de miles de vecinas ancianas al pedo. Me quedo con la perra de 25 años.
No sabés las horas que perdés de tu vida hablando de la porción de pasto que olvidó rastrillar el jardinero o de cuanto le salió el taxi a la casa de su hijo, que camino agarró y si llevó nix cola o pomelo para no caer con las manos vacías.

Sentite feliz.

Bichicome dijo...

Los vecinos al igual que los mosquitos, las moscas y los programas de cacho de la cruz son un mal innecesario.

Hay que eliminarlos

N dijo...

Pasé... como de paso y el color me detuvo.

Te entiendo, jamas me lleve bien con "los" vecinos de nada, jamas.

Habrá que preguntarse si esas historias sobre la reciprocidad vecinal no son otra creación más de algún mediocre cine lejano.