Hay un vecino del barrio con el que no puedo evitar cruzar dos o tres palabras cada vez que voy al club. Siempre viene con cosas del estilo de éstas:
1
- No mija! Despué del clú no tome toda esa agua!! Va a engordar todito de vuelta!
(Sonrío, ni siquiera hago el mas mínimo intento de explicarle que no tiene nada que ver lo que me está diciendo)
2
- Pero! Todos los días! Tiene que hacer menos ginasia que le va a hacer mal!!
3
- Por que en vez de ir al clú no sale a correr muchacha! Es mas barato!
4
- Buenas tardes joven
-Buenas tardes ¿Como andas?
- Bien acá, cuidando al Paco - su perro- que lo tengo que ayudar a cagar que sinó me revienta el animal.
- Uy! Pobre... :S
- Si si, lo aprieto de acá ¿vistes? Y entonces le sale la caca...
Rápidamente busco la forma de irme y dejar esa para-nada-agradable conversación.
8 comentarios:
me quede pensando en el reflejo condicionado que habra desarrollado el perro que cada vez que le apretan la panza, larga un sorullo.
Pobre bicho.. un dia lo van a acariciar y va a dejar un "regalo" a 2 narices...
Me parece que tenés una puntería barbara con los vecinos. ¿porque no le mandas a Pit?
beso
W
jajajaj, lo quiero conocer! llevate una foto con él al estudio, por favor!
un poco raro tu vecino, no?
No! me mataste con el último comentario che, era necesario qt e diga eso?
que asquete!!!! lo apreta como a un tubo de pasta de dientes!!! PUAJ!!!!!
jajajajajja, tiene que ir a la tele con ese perro!!!!!
imperdonable la actuación del señor vecino, por favor! qué necesidad de hablar de la actividad esfinterial de su can?!
ahí se ven!
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