Definitivamente de las cosas que menos me cuesta hacer por las mañanas es leer.
No sólo no me cuesta, sinó que leo lo que sea que esté a mi alcance, es como un reflejo.
Con el pasar de los años, he ido marcando cierta preferencia por algunos tipos de lectura.
A saber:
- Lado de atrás de la caja de cereales
- Sección ingredientes en la etiqueta de la mermelada
- El prospecto del Perifar 400 o Perifar Flex
- La tapa de la agenda de teléfonos
- Y bueno, ni que hablar si alguien se levantó antes que yo y fue a buscar La Diaria al buzón
8 comentarios:
Durante todos los años de mi secundaria, la lectura matinal obligatoria era la etiqueta del frasco de chuker (sacarina líquida).
Así aprendí palabras hermosísimas como ciclosulfamato cálcico y benzosulfimida sódica.
sos grandeeee!!!
ta guenisimo tu blog, seguí así
Promedio 12
y el paquete de yerba, la caja de mate cocido, el té, cómo preparar un buen café y minutos de cocción del arroz.
Saludos Sool
A mi me pasa algo parecido cuando me ducho a la mañana... no puedo dejar de leer las etiquetas del shampoo o de la crema de enjuague.
a mi me cuesta tanto bajar las escaleras a buscar la diaria! :(
nada mejor que un buen café, medialunas y una lectura rápida de los prospectos de los medicamentos.
ni mencionar la leída acerca de las proteínas reparadoras del Pantene Pro-V en la ducha.
Jaja, me encantó lo que dijo Alguien. Y nunca entendí qué es lo que me gusta de leer todas esas cosas...
yo estoy muy acostumbrada a leer los telefonos a los que hay que llamar en caso de intoxicarse con GLADE, POETT O "LYSOFORM", a leer el envoltorio del pan de molde una y otra vez, y las caratulas de mis cuadernolas..
http://pensaaenmii.blogspot.com
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